El 27 de mayo de 1850 el Padre José Tous y Soler, confiando en el beneplácito de Dios, se lanzó a una audaz historia que nos legaría un rico patrimonio cultural y espiritual, poniendo los cimientos en Ripoll. Fue en esta villa donde el beato José Tous, hombre intrépido y sencillo al mismo tiempo, firme y alegre –bajo el manto azul de la Madre del Divino Pastor- inició su obra.
El 17 de marzo de 1850 el Obispo de Vic aprobó el Instituto y las hermanas comenzaron la vida comunitaria regidas por las primeras Constituciones que el P. José Tous redactó según la espiritualidad de Santa Clara. La M. Remedio Palos quedó como cofundadora ya que las otras dos hermanas que con ella iniciaron la vida de comunidad, no perseveraron.
El año 1858 las hermanas dejaron Ripoll y se instalaron en Capellades, lugar que quedaría como cuna del Instituto. En la expansión del mismo no faltaron contratiempos ni dificultades, pero el virtuoso Padre continuó con fidelidad, amando y desviviéndose por la obra que Dios la había confiado.
En la actualidad al Instituto cuenta con casas en Cataluña, Murcia, País Vasco y Madrid En cuanto a Iberoamérica: Nicaragua, Costa Rica; Guatemala, Colombia, Cuba y Roma.
Siguiendo las palabras del P. José Tous: “Id llevando a vuestro paso la Paz y el Bien”, actualmente nuestra labor pastoral en el marco de la educación, tiene como objetivo llevar el mensaje evangélico de la enseñanza dando a nuestros alumnos la visión cristiana del mundo y la posibilidad de establecer un diálogo coherente entre fe y cultura. Además de este apostolado estamos integradas en la pastoral diocesana, catequesis, formación de catequistas, asistencia a jóvenes universitarias en residencias, acogida de grupos en centros de espiritualidad y voluntariado, formación de maestros rurales y apostolado a través de medios audiovisuales y la prensa, según las necesidades y posibilidades de las diferentes diócesis en las cuales estamos incardinadas.
Así pues, el soplo del Espíritu que impulsó al Pedagogo igualadino continúa asistiendo al Instituto, dando gloria a Dios en cada uno de sus miembros y en el apostolado al cual nos dedicamos.
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https://youtu.be/ZAJh6ajcmFM
Web de la congregación
Biografía del beato José Tous

Nacido en Igualada el 31 de marzo de 1811 en el seno de una familia profundamente cristiana es el noveno de doce hermanos.
A temprana edad sintió la llamada de Dios y no se echó atrás: opta por seguir a Cristo según la “forma de vida” de Francisco de Asís. A los 15 años, inicia el postulantado en la Orden de los Frailes Menores Capuchinos. Impulsado por el Espíritu cambia la vida acomodada de su hogar y el prestigio social que han alcanzado los Tous, por la vida pobre, penitente y humilde de los capuchinos.
En 1827, con la vestición del hábito franciscano, empieza el Noviciado como fraile menor capuchino. Desde el Noviciado se distinguió por su exquisita fidelidad a la vida de novicio, con una entrega generosa al estudio y a la oración. El Evangelio, María, san Francisco y el amor al prójimo modeló su corazón capuchino. En 1828, Fray José de Igualada, es ya capuchino y comienza su camino hacia el sacerdocio. Seis años de vida escondida, de oración, silencio, de abnegada dedicación al estudio, vividas en el ambiente franciscano alegre y sencillo de la comunidad capuchina hasta recibir la Ordenación Sacerdotal en Barcelona el 24 de mayo de 1834, a los 23 años. Al año fue destinado al Convento de Santa Madrona.
Pero transcurridos apenas dos meses, el 25 de julio de 1835, la violencia de la revolución le arrancó del convento. Junto con otros hermanos y por consejo de sus superiores, aceptó el exilio fuera de España.
De pueblo en pueblo, al estilo capuchino de aquel tiempo, fray José recorrió la costa mediterránea de Francia hasta Gareccio (Italia). Finalmente, en 1837 se instaló en Toulouse (Francia) ejerciendo el sacerdocio ministerial en el Monasterio de las Benedictinas. Allí pudo dedicar tiempo a la contemplación y a la adoración de la Eucaristía y a la ayuda espiritual de las jóvenes del internado.
Empujado por su celo apostólico, regresaba a Cataluña en 1843 para trabajar en la Iglesia local, como sacerdote secular ya que no estaba autorizada la vida conventual. Vivió con sus padres mientras desarrollaba el ministerio sacerdotal en diferentes parroquias. La Eucaristía, la devoción a María, Madre de Jesús Buen Pastor, la Asociación de doncellas de la niña y mártir santa Romana, fueron los medios de los que el P. Tous se sirvió para derramar la Paz y el Bien en la juventud que le buscaba para recibir consejo y orientación.
Los sentimientos de compasión hacia los niños y jóvenes, que el Buen Pastor puso en el corazón del Padre José, convergían con los piadosos deseos de las jóvenes Isabel Jubal, Marta Suñol y Remedio Palos: “Derramar en el tierno corazón de los niños los santos pensamientos y devotos afectos que Dios les comunicaba en la oración”. Después de madurar en la oración y consultar el proyecto, el P. Tous aceptó orientarles.
Los años que le quedan de vida, los dedica a la atención caritativa y prudente a las Hermanas, así como a las comunidades que se van formando.
Y deja la tierra por el Cielo mientras celebraba la Misa en el convento de Barcelona. Era el 27 de febrero de 1871.